Guerra Anglo-holandesa |
Inglaterra y los Países bajos siempre habían mantenido una gran rivalidad marítima, plasmada en dos guerras (imagen de la izquierda, fuente enciclopedia.com) en la segunda mitad del siglo XVII. En dicha época, los países veían en el mar una gran posibilidad de crecimiento y expansión, tanto económica como territorial. Estas dos naciones, al coexistir en el Canal de la Mancha, no tuvieron más opción que llegar a las armas en numerosas ocasiones, terminando una de ellas, más concretamente la Segunda Guerra Anglo-Holandesa en el Golfo de Guinea, con la conquista de Nueva Ámsterdam por parte de los ingleses en 1664. Esta conquista trajo consigo el rebautizo del municipio en Nueva York, en honor al Duque de York, hermano del rey Carlos II de Inglaterra. En 1667 se firmó el Tratado de Breda, reconociéndose oficialmente la soberanía inglesa en Nueva York, mientras que Surinam pasaba a ser holandesa.
Mapa |
Paralelamente a este desarrollo económico, demográfico y comercial tuvo lugar otro de carácter social. Durante el primer siglo de soberanía británica, se aprobaron los primeros estatutos de la ciudad, se instalaron mercados de esclavos en Wall Street, se crearon astilleros y baterías defensivas, teatros, hospitales, parques, cárceles, e incluso el primer periódico (New York Gazette) y la Universidad de Columbia, una de las universidades estadounidenses más importantes y prestigiosas en la actualidad.
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