Un poco de historia (VIII): Primeros problemas, rectificación y perfeccionamiento

Incendio 1835

El Commissioner’s Plan de 1811 fue importante para la ciudad, ya que organizaba el crecimiento demográfico, parcelando la ciudad en zonas, pero no estuvo exento de contratiempos. En 1835 (Imagen de odisea2008.com) y 1845 el plan se vio interrumpido por sendos incendios y en 1837 por la crisis económica. Debido al aumento exagerado de la población durante este siglo, la oferta de alojamiento resultaba insuficiente y la gente vivía hacinada en  pisos muy estrechos e insalubres. Para erradicar este problema se promulgó una ley en 1879 que obligaba a cada habitación a tener una ventana para aumentar la iluminación y la ventilación de aire.

Durante la primera mitad de siglo, zonas como Jersey City y Newark habían aumentado considerable su población, debido casi en su totalidad al desarrollo industrial. En 1834, el barrio de Brooklyn pasó a ser considerado una ciudad y adoptó su propio plan de urbanismo. La conexión con las zonas periféricas se perfeccionó mediante el desarrollo de los trenes y los ferrys y la creación de tranvías y del metro de la ciudad.

Otro problema para la evolución de la ciudad fue la polarización de la población, aumentando la diferencia entre ricos y pobres. Los ricos construyeron mansiones en Manhattan y vivían según los códigos de conducta de la sociedad victoriana, mientras que los de clase baja vieron como su número aumentaba y se reunían en zonas como Bowery y organizaban huelgas. Estos problemas sociales se fueron paliando poco a poco gracias a la ayuda de la Iglesia, que creó organizaciones para ayudar a los pobres.

Logo NYPD

A lo largo de la primera mitad del siglo XIX, se produjo un aumento en la calidad de vida de los habitantes de Nueva York. La década de los treinta fue muy importante para la democracia en la ciudad, ya que en el año 34, las elecciones a alcalde se realizaron mediante sufragio directo. En 1844 se creó la policía municipal (New York Police Department). En 1849 se inauguró el alcantarillado de la ciudad y se ampliaron los recursos para la canalización del agua y de las aguas residuales. En 1850 se abrieron aseos públicos.